miércoles, 19 de octubre de 2011

Hablar en público.

La capacidad de expresarse ya sea ante una única persona o ante un grupo de ellas requiere una gran habilidad además de concentración.La oratoria se ha considerado siempre una herramienta útil y necesaria en la vida, y antiguamente, tanto en Roma como en Grecia, grandes civilizaciones, era enseñada como una disciplina más a los jóvenes como la aritmética y la escritura. Así pues, esta clase resultó provechosa, y consiguió que me reafirmarse en mi creencia de que es imprescindible aprender a hablar, dado que es de vital importancia hacerse entender por los demás, tanto a la hora de transmitir conocimientos como sentimientos.
Aunque esta clase ha sido dirigida a una intención más profesional como hablar en conferencias, de igual modo sigue siendo muy útil para quien sepa sacarle provecho.
Podemos dividir la lección en tres bloques:

La Comunicación no-verbal.

El público al que te estás dirigiendo prestará atención a todo lo que digas, pero también a todo lo que hagas desde que salgas a dar tu charla. El lenguaje no-verbal llega a todo el mundo, puedes transmitir nerviosismo o tranquilidad, seguridad en ti mismo o timidez, hay que medir cada gesto y cada movimiento sin dejar de ser natural. Detalles como el mirar a todos, gesticular o las posturas que adoptes son de vital importancia, porque de esa manera estás dando a entender que prestas atención a todos y a todo, desde una posición cómoda y calmada.

Dicción.

A la hora de realizar una conferencia, o cualquier otro acto que requiera una charla a un grupo mayoritario, es necesario e imprescindible tener en cuenta la modulación y la proyección de la voz, la velocidad a la que se habla, los silencios, los "chistes" que se hagan, etc. Esto nos ayudará a alcanzar una meta muy importante y es la de captar el interés y la atención del público, que a su vez se siente "atendido" de alguna forma.

Organización del discurso.

1ª Parte.

El discurso ha de constar de una presentación y un resumen del mismo, para poner al público al corriente de lo que va a escuchar.

2ª Parte.

a) Primeramente se tiene que hablar detalladamente del tema a exponer.
b) En segundo lugar desarrollar el tema propuesto.
c) Finalmente se hará un resumen de todo lo contado durante el discurso.

Todo este proceso requiere de una preparación previa concreta y concisa. Es más que recomendable el contar con una fichas dónde coordinar el contenido de la charla, y de este modo llevar un orden y no perdernos de lo que estamos exponiendo.  En caso de contar con el apoyo de un power point, jamás debemos recurrir a leer textualmente lo que hayamos escrito en él, porque si no, el público terminará por aburrirse y no prestar atención.
El formato de las charlas depende de si es una comunicación, la cual no debería exceder los 15 minutos; una conferencia, que puede alargarse hasta una hora; o una ponencia, en la cual es aconsejable una durabilidad de más de treinta minutos.

Tras lo transcrito aquí, debo decir que la habilidad de hablar correctamente dirigiéndose a un público especializado  o no, a una centena de personas o a una única, tratando de arte o de ciencia, debería ser una obligación, dado que tengo la firme creencia de que las palabras mueven mundos, con un poder que no se podrá contener nunca en la historia, a pesar de que hoy en día muy pocos la aprecien y la usen para lo bueno, de manera transparente. La palabra debería ser el futuro de nuestra civilización, por ello tendríamos que apostar por ella.

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