miércoles, 30 de noviembre de 2011

La creatividad.

¿Qué es la creatividad?Ingenio, imaginación, originalidad, innovación,inteligencia, capacidad de resolver problemas, inventar, construir, descubrir...¿Cómo definir la creatividad?
La creatividad se ha estudiado desde los puntos de vista de tantos ámbitos científicos que tiene múltiples y variadas definiciones, pero lo más importante a mi modo de entender, es que es una cualidad, una habilidad intrínseca al ser humano. Es una característica que se puede desarrollar en todas las personas mediante el método adecuado.
Cierto es también que cada cual tiene potenciado un tipo de creatividad correspondiente en cierta forma con su personalidad. Hay gente que desarrolla su creatividad artística con más facilidad, otros su creatividad matemática, otros su creatividad culinaria...A la hora de la verdad lo verdaderamente importante no es Howard Gardner con su teoría de las múltiples inteligencias, sin que el ser humano ha evolucionado y crecido gracias a esta característica, por lo que es algo a lo que deberíamos prestar especial atención a la hora de educar y enseñar a los alumnos. La creatividad hay que enseñarla y potenciarla en las aulas, en la familia y en las calles. Porque gracias a ella cada día evolucionamos más y más como civilización, por lo que es nuestro deber encauzarla hacia un futuro sostenible que procure el bienestar a todos.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

El ciudadano del futuro II.

Hoy hemos hecho una puesta en común de las conclusiones a las que llegaron los diferentes grupos de debate. Se han dividido en tres bloques los "ámbitos" a desarrollar en el ciudadano del futuro:
La educación del cuerpo, es decir, el ejercicio físico, el deporte, dado que promueve el desarrollo de ciertas actitudes como la ambición, competición, el deseo de mejorar, el trabajo en equipo, etc.
La educación de la mente, en este apartado incluiríamos el campo de lo humanístico.
La educación del alma, que se realizaría con éticas, morales y religiones.


No me cabe la menor duda de que una buena educación en la que se cuide de desarrollar todas y cada una de las partes del ser humano, debe llegar a buen término, resultando de ello una persona completa y equilibrada, inteligente y con criterio, pero no debemos olvidar que esta educación es imposible aportarla únicamente en el instituto o en el colegio, es necesario que acompañe el entorno, la familia, la sociedad, puesto que el ser humano está compuesto por muchas piezas que le llenan de experiencias y que le hacen ser quien es. Además tenemos que contar con la personalidad intrínseca de cada uno, llegando a captar la forma de sacar lo mejor de ella.
Os dejo un vídeo del genio Charles Chaplin, que encuentro emotivo y alentador, porque considero que algún día la humanidad llegará la punto de convertirse en ese modélico ciudadano del futuro.
http://www.youtube.com/watch?v=CsgaFKwUA6g

miércoles, 16 de noviembre de 2011

El ciudadano del futuro.

En la clase de creatividad se nos ha propuesto un debate muy interesante: cómo debería ser el ciudadano del futuro. Creo que si las características de un ciudadano del futuro se tiene claras se puede disponer de los medios para conseguirlo. Algunas de las características sugeridas por el grupo de debate en el que estuve integrada fueron: 
Perseverancia
Afectuoso
Leal
Responsable
Justo
Prudente
Seguro de sí mismo
Honrado
Independiente
Comunicativo
Creativo
Adaptable 
Maduro
Crítico 
Respetuoso


Sin duda algunas de las características que surgieron durante el debate ya habían sido consideradas por distintas civilizaciones a lo largo de la historia. Tal es el caso de la prudencia, el ser justo o buen comunicador.
El siguiente paso en el ejercicio era encontrar la manera en que una educación podía conseguir el educar a una persona de manera que constara con los adjetivos expuestos anteriormente, llegando así a ser el ciudadano del futuro.
Si nos remontamos a la educación impartida por Romanos, tanto antes como después de la conquista de Grecia, podemos observar cierto parecido con la actual. Ya entonces se estudiaba gramática, aunque su fin no sólo era enseñar a escribir correctamente, sino que con ella se aprendía  a su vez geografía, historia, religión, entre otras, algo que les ayudaba a comprender la sociedad en la que vivían y el cómo deberían vivir ellos en su madurez. Además estudiaban aritmética, música y realizaban diversos deportes.
Sin duda hemos heredado ciertos aspectos de esa educación, pero considero que por el  camino hemos perdido de vista la verdadera razón por la cual se impartían esas asignaturas. Considero que hoy en día la educación va destinada a crear ciudadanos que no comprendan su entorno, que no  piensen ni tengan  opinión propia. La educación está enfocada a cultivar personas que resulten productivas y competitivas, aplicando sus conocimientos en el campo de la innovación económica. Se han perdido los valores como la cooperación, la libertad o la justicia.Y nos preguntamos qué características debería tener ese ciudadano del futuro, cómo utilizar la educación como herramienta a la hora de alcanzar esas características. Hay que volver a encontrar la funcionalidad de las asignaturas del ámbito humanístico, la historia, la filosofía, la literatura, la ética, todas estas materias son esenciales para comprender de dónde procedemos, conocer nuestro pasado, los acontecimientos importantes de la humanidad, leer escritores de todas la épocas y tendencias, entender morales, religiones y éticas que han compartido las sociedades de todos los siglos, todo ello para poder tener nuestros propios pensamientos, y alcanzar una capacidad crítica que nos ayude a vivir conforme a  lo que se espera de ese ciudadano del futuro. No hay que olvidar todo lo relacionado con el campo de las ciencias, dado que es igual de vital el desarrollar la capacidad racional del ser humano para que pueda comprender su entorno físico. Tampoco desdeñar la importancia de un cuerpo cuidado y ejercitado, que proporciona un conocimiento del mismo, que no conseguiríamos de otro modo, y salud y bienestar. Si aprendemos a cuidarnos a nosotros mismos también lo haremos con lo que nos rodea.
Concluir con mi firme creencia de que el ciudadano del futuro ya somos nosotros. Y si bien es cierto que hay cosas que mejorar no se puede perder la fe en nuestra capacidad y en la educación recibida. Nosotros también tenemos características del ciudadano del futuro y podemos hacer grandes cosas.
Aquí os dejo unas palabras de José Luis Sampedro, hombre extraordinario que todavía  cree que el ciudadano del futuro es posible.
http://www.youtube.com/watch?v=eIZrcC3IYyU



miércoles, 2 de noviembre de 2011

La figura del profesor.


Comenzaré con una pregunta que muchos se hacen, ¿cómo debe ser un buen profesor? Intentando contestar a esta pregunta no puedo evitar  hacerme otras...¿Qué es lo que hace que un profesor sea bueno?¿El índice de aprobados?¿El aprecio de sus alumnos?¿El saber despertar interés en el alumno?¿Conseguir que éste entienda lo que se le está explicando?¿El acatar lo estipulado por las correspondientes entidades al cargo de la educación?¿Qué características ha de tener un profesor para ser considerado como uno bueno y competente?
Creo que algunas de esas características podrían ser la psicología, la ilusión por enseñar, profesionalidad, empatía, capacidad de comunicación, el aprecio por las habilidades de cada uno de sus alumnos, y la intuición. Un profesor ha de ser capaz de guiar a sus alumnos, de contagiarles su ilusión, poseer la capacidad creativa de idear, elegir, programar la manera de impartir la asignatura de manera que los alumnos adquieran los conocimientos y superen la evaluación, superando las metas propuestas. Sin olvidar nunca la individualidad del alumno, aunque también se busque como fin el crear un grupo compacto e integrado que sepa trabajar conjuntamente.
Al fin y al cabo, un buen profesor es aquel, que sabiendo el poder que tiene en sus manos, es capaz de sacar lo mejor de sus discípulos, aportando a sus vidas curiosidad por saber, aparte del conocimiento en sí mismo de la materia; desarrollo a su capacidad de crítica y propio pensamiento, en lugar de inculcar las propias ideologías o éticas; proporcionarles una educación, sin buscar con ello que sigan normas ni morales impuestas e incomprendidas... Un buen profesor es aquel que consigue lo más difícil de todo: guiar a un niño en su camino de convertirse en adulto.